Si estás viendo esta página, probablemente seas un enamorado de la fotografía, de los insectos o de ambas cosas.
Me llamo Carlos y la fotografía ocupa la mayor parte de mi tiempo, ya sea haciendo sesiones de retrato, fotografiando un edificio o disparando para una sesión de producto. Todo mi trabajo lo desarrollo en León.
Sin embargo, aunque soy un recién llegado a la disciplina de la fotografía macro, puedo decir sin temor a equivocarme, que ya no puedo dejar de afotar bichos como un poseso... Salir al campo cámara en mano, buscando sin prisas un protagonista para una de mis fotos, se ha convertido en un auténtico vicio.

Vaya por delante que mis conocimientos sobre insectos son más bien escasos; eso se lo dejo a los biólogos y a los entomólogos. Yo no soy más que un humilde fotógrafo cuyo único deseo es plasmar de la forma más estética posible, toda esa belleza que encierra el fascinante mundo de los insectos.

Aún así, trataré de dejar algunos tips de interés en cada foto que suba. Eso si, te agradezco desde ya, que cualquier error en la catalogación de alguna especie, me lo hagas saber para poder corregirlo rápidamente.

Espero que el contenido de esta web sea de tu agrado y la disfrutes tanto como yo lo hago retratando a esos pequeños bichejos que pueblan nuestra hermosa provincia.

miércoles, 17 de junio de 2015

La mosca asesina


Que dicho así parece que se nos va a aparecer de repente un enorme bicho mutante que nos puede mandar al otro barrio en dos segundos. Hombre, pues no, lo de "asesina" supongo que viene porque es un díptero depredador de otros insectos que, unido a su aspecto un tanto desaliñado, se presta a recibir apodos de esos peliculeros.

El insecto que podéis ver en la foto es un díptero asílido (Asilidae sspps) más bien enano e inofensivo con el ser humano, a pesar de su terrorífico apodo. Para el resto de sus cohabitantes del medio en el que se mueve, es un pieza de cuidado que acostumbra a cazar a sus presas en pleno vuelo, inyectándoles una toxina paralizante y que de paso sirve para fraguar el cóctel en el que luego convertirá a la desdichada víctima.

Si una mosca asesina es el objetivo a fotografiar en una de nuestras salidas macreras, conviene ir con cien ojos, porque no son insectos muy grandes y si vemos pasar  uno de refilón, podemos confundirlo con un mosquito de esos que te ponen el brazo como un botijo y, de paso, perder un buen disparo.
Sin embargo, una vez localizado, si no somos muy escandalosos y nos movemos lentamente, podremos hacerle varias fotos sin que éste eche a volar a primeras de cambio.

Al protagonista de la foto, lo dejé impreso para la posteridad en San Andrés del Rabanedo, muy cerca de mi casa, en una zona de chopos, matorral y vegetación densa.

Eso si, de cerca da un poco de miedo ¿eh?

No hay comentarios:

Publicar un comentario